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¿Cuál es la importancia de las energías renovables para combatir el calentamiento global?
Energías renovables
El uso y la producción de energías renovables cada vez está tomando mayor fuerza en el mundo, especialmente ahora que el planeta está enfrentándose a fenómenos de gran magnitud asociados con el cambio climático, debido entre otras causas a la deforestación y la contaminación. La generación de energía renovable se ha convertido en una necesidad inminente para una adecuada transición energética y ecológica que permita dejar atrás las fuentes convencionales de energía.
Según la Agencia Internacional de la Energía, alrededor del 14,5% de la demanda de energía primaria en el mundo es proporcionada por energías renovables. Esto quiere decir que aproximadamente el 85% de las necesidades energéticas se cubren con energías no renovables como el petróleo, el carbón y el gas, las cuales al desarrollar el proceso de combustión producen energía, liberando gas y polvo en el aire que son una de las principales causas del efecto invernadero.
El efecto invernadero es un fenómeno natural en el que la superficie de la tierra absorbe de forma natural el 70% de la radiación solar, mientras que el resto se refleja de vuelta al espacio bajo el efecto de la reverberación. Sin embargo, cuando se habla de gases de efecto invernadero, se refiere al desequilibrio del efecto natural. Las actividades humanas provocan mayores gases que conducen a que la temperatura del planeta se incremente, ya que la atmósfera no puede absorber los gases adicionales.
Como consecuencia de los desafíos climáticos que atraviesa el planeta, las energías renovables desempeñan un papel importante en la limitación del calentamiento global. De acuerdo con la opinión de algunos expertos, se deben limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo cual es necesario aumentar la cuota de energías bajas en carbono en la producción de electricidad.
Para entender cómo las energías renovables forman parte de la solución, a continuación te contamos cuáles son y cómo funcionan.
¿Qué son las energías renovables?
Las energías renovables provienen de elementos que se encuentran en la naturaleza como el sol, el agua, el aire, la tierra o los desechos vegetales. Hacen posible producir electricidad, calor, frío y gas por medio de diferentes aplicaciones, por ejemplo en el caso del sol con los paneles solares, en el caso del agua por las hidroeléctricas o el aire gracias a las máquinas eólicas. Estas fuentes son consideradas inagotables a escala humana y generan pocos o casi ningún residuo o emisión contaminante.
Las fuentes de energía que se producen a partir de combustibles fósiles se denominan como energías no renovables, debido a que tardan millones de años en formarse. Por el contrario, las fuentes de energía renovables son inagotables, independientemente de su consumo.
Principalmente, existen cinco fuentes de energía renovable:
Energía solar:
La energía solar es una fuente de energía que depende directamente del sol. Es limpia, no emite gases de efecto invernadero y aunque su materia prima, se encuentre a más de 150 millones de kilómetros del planeta tierra, es inagotable y está disponible en todo el mundo.
Actualmente, la luz solar permite producir electricidad a partir de paneles fotovoltaicos o centrales termosolares siendo captada por los paneles solares. La energía solar se consigue gracias a las radiaciones que llegan a la tierra en forma de luz, calor o rayos ultravioleta que son capturados para ser transformados en energía, ya sea para consumo doméstico o industrial.
Los principales componentes en proyectos de energía solar incluyen:
- Las células fotovoltaicas que se encargan de recibir los rayos de luz.
- Un inversor de energía para convertir la energía continua en alterna, para que los seres humanos la puedan utilizar en actividades comunes como abastecer electrodomésticos.
- Un tablero que tiene como propósito distribuir la energía alterna a toda la red de electricidad que se encuentra conectada al panel solar.
El potencial de la energía solar es inmenso y solo está parcialmente explotado. La cantidad de luz solar que se irradia todos los días equivale aproximadamente a 15.000 veces el consumo energético total del mundo entero. En caso de explotarse más, podría resolver la mayoría de los problemas energéticos del mundo.
No obstante lo anterior, no todos los sitios son aptos para explotar dicha energía debido a que la cantidad de radiación recibida no justifica la instalación de los paneles o el sitio escogido se encuentra muy distante de las líneas de transmisión de energía y resultaría muy costoso interconectarlo.
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Energía eólica:
La energía eólica, como su nombre lo indica, es producida a partir del viento. Es una de las formas de explotación energética más antiguas de la humanidad. Por ejemplo, se utilizaba en los veleros o en los molinos de grano y aunque hayan perdido su brillo, el desarrollo de las energías renovables ha puesto en escena las turbinas eólicas.
En la producción de energía, el viento hace girar la hélice de un aerogenerador y la energía mecánica se transforma en electricidad gracias a un generador. Este tipo de energía no emite gases de efecto invernadero y, al igual que la luz solar, su materia prima está disponible en todo el mundo.
Sin embargo, la energía eólica enfrenta algunos desafíos. Por ejemplo, algunos sitios que generan gran cantidad de viento se encuentran en lugares muy alejados de las ciudades y puede resultar costoso e ineficiente llevar la electricidad hasta los sitios donde se requiere consumir esta energía.
Por otra parte, algunos terrenos aptos para la instalación de máquinas eólicas pueden perjudicar la vida animal o causar contaminación visual en el paisaje. Además, no todos los sitios son aptos para albergar instalación de turbinas, ni reciben las condiciones necesarias de energía eólica como para poder transformarla en electricidad.
La biomasa:
La energía de biomasa es la forma de energía más antigua utilizada por el hombre desde el descubrimiento del fuego en tiempos prehistóricos. Esta energía permite producir electricidad gracias al calor liberado por la combustión de materiales como madera, plantas, residuos agrícolas y residuos orgánicos.
Estos residuos se transforman primero en biogás, mediante la fermentación, ya luego se quema para producir energía. Un punto positivo de la biomasa es que casi no emite contaminantes y no tiene un impacto en el efecto invernadero. La cantidad de CO₂ que libera durante la combustión corresponde a la cantidad absorbida por las plantas durante su crecimiento.
Además, la biomasa evita la emisión de metano, que es otro gas de efecto invernadero, perjudicial para la atmosfera. Este tipo de energía renovable representa un potencial energético muy importante, teniendo en cuenta que se emplean residuos urbanos y agrícolas.
Energía hidráulica:
La energía hidráulica proviene de la fuerza y el movimiento del agua (ríos, cascadas, olas y corrientes marinas) que hace posible la producción de energía eléctrica. Este movimiento se integra en un proceso de producción mecánica, como el que genera la energía eléctrica en las centrales hidroeléctricas.
Esta energía renovable se puede comparar con la energía eólica en su modo de operación. El agua produce un movimiento que acciona unas turbinas cuyo movimiento continuo y bajo la presión de la fuerza del agua permite la producción de energía. La presión del agua es fundamental en el proceso, ya que cuanto mayor sea, más rápido y mayor será el movimiento.
Energía geotérmica:
La energía geotérmica es la rama de la ciencia que estudia los fenómenos subterráneos como lo es la energía liberada. A unos 30 kilómetros de profundidad de la tierra, las temperaturas se acercan a los 1.000 grados debido al magma que difunde su calor bajo la corteza terrestre.
Es una fuente de energía que no se ha explorado tanto como otras fuentes de energías renovables, pero ya existen plantas de energía geotérmica que permite producir electricidad y calefacción. No emite ningún tipo de contaminación a la atmosfera, ni al suelo, y no presenta ningún riesgo de explosión. Su contribución a la lucha contra el calentamiento global es muy positiva.
La importancia de las energías renovables
El mundo entero es testigo del calentamiento global y las consecuencias negativas que esto tiene para la humanidad. La Organización de las Naciones Unidas se ha pronunciado continuamente para promover el uso de las energías limpias. El Secretario General de la ONU, Antonio Gutiérrez, declaró: “Tenemos un doble imperativo: acabar con la pobreza energética y limitar el cambio climático”.
La solución para limitar las consecuencias de los gases de efecto invernadero es comprometerse con la utilización de energías renovables y garantizar el acceso a la energía.
A continuación relacionamos algunos impactos positivos de las energías renovables:
- El clima: este es el elemento clave que las energías renovables podrían solucionar, ya que permitiría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para dar respuesta a la emergencia climática.
- Para la salud: la combustión de fuentes fósiles libera partículas finas altamente nocivas que contaminan la atmosfera y causan efectos negativos en los seres vivos del planeta. La transformación energética permitiría reducir los efectos negativos en la salud.
- La economía: entre más se desarrollen las energías renovables, menor será su valor y serán más accesibles para la comunidad en general.
Definitivamente, las energías renovables ofrecen un gran potencial, eficiencia y poderosas ventajas para el planeta y la humanidad. La transición energética hará posible la adopción de estas energías que son amigables con el medio ambiente. El desarrollo de la producción y el consumo de energías renovables son fundamentales para el futuro de la tierra.
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