El gas natural en colombia: situación actual, retos y oportunidades

Gas natural
En Colombia, el gas natural se consolida como un pilar clave para la transición energética, la seguridad energética y el desarrollo socioeconómico, según lo expuesto por Camilo Morales, secretario general de Naturgas, en el pódcast de VQ Ingeniería (2025).
Este energético, junto con las renovables, representó el 60% del crecimiento de la demanda energética global en 2024, destacándose por su rol en la reducción de emisiones y su aporte a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). A nivel nacional, el 70% de los colombianos ya tienen acceso a gas natural, mejorando su calidad de vida, mientras que 1.4 millones de hogares aún enfrentan pobreza energética, un desafío que requiere cerrar brechas con infraestructura y políticas públicas eficientes. Las reservas de gas en Colombia se clasifican en probadas (como las de La Guajira y los Llanos) y posibles (como el yacimiento offshore Sirius, con 6 terapiés cúbicos, pero que necesita gasoductos para su explotación).
Sin embargo, la exploración ha caído drásticamente, pasando de 127 pozos anuales a solo 30 en la última década, lo que amenaza la autosuficiencia energética. Legalmente, el subsuelo es propiedad del Estado, y la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) gestiona su explotación mediante contratos con empresas privadas, generando regalías para las regiones. Pese a ser líder en cobertura en Latinoamérica, Colombia debe expandir su red de gasoductos actualmente concentrada en dos sistemas (Caribe y Centro) y construir más regasificadoras, como las proyectadas en Buenaventura y el Caribe, para evitar dependencias críticas, tal como demostró la crisis energética global tras la guerra en Ucrania. Además, el gas natural impulsa la movilidad sostenible (con 2.000
vehículos de GNV en Bogotá), respalda las energías renovables durante sequías y puede ser la base para producir fertilizantes como el amoníaco, potenciando el agro.
En conclusión, aunque el gas es un aliado estratégico para reducir emisiones y democratizar el acceso energético, su futuro depende de mayor exploración, inversión en infraestructura y una regulación que fomente su integración con hidrógeno verde y biometano, asegurando así un desarrollo sostenible y competitivo para el país (VQ Ingeniería, 2025; Naturgas, 2025; ANH, 2025).